YALA NATIONAL PARK Y SUS ESCURRIDIZOS LEOPARDOS 16 nov 14 By Morfeo

       Amanecemos a las 6.45h en Tissa, pero la  noche ha sido movidita, a eso de las 22.300 me encuentro a uno de los componentes del viaje, no daremos detalles de quien es, completamente descompuest@, ante la aparición en el baño, justo encima de la taza del WC de un ciempiés, ante el primer lloriqueo, decido darme la vuelta en mi estupenda cama acomodada en un somier de mampostería, pasan 15 minutos y me doy cuenta que la luz de la habitación está en el mismo estado que la deje antes de darme la vuelta, ante la posibilidad de que haya caído la bomba atómica o la tierra se hubiera abierto en tres cachos, cosa que seguro no me hubiera enterado, acudí al baño para ver cual era el motivo de la iluminación artificial, allí estaba, mirando al ciempiés cara a cara, casi cortejándose un@ al otro, el ciempiés abriendo sus pies, cual pavo real que espera a su hembra, solución, galletazo con la toalla de mano, caída a la taza y botón de WC, problema solucionado y todos a la cama sin rechistar.

      A la mañana siguiente, asombrados todavía por el gran alojamiento reservado por Mosquetera, maravillosa ducha en baño espacioso con techos de madera, esponjosa cama de 2x2 ó 3x6 allí se podía jugar tranquilamente al escondite, al lado de la cama había un capazo que fue ocupado por la pareja del ciempiés.

pero sobre todo la oportunidad de poner mi pie por primera vez en una piscina, además era prácticamente para nosotros solos, el complejo solo tenía tres villas, aunque una de ellas estaba ocupada por unos chicos ingleses con un objetivo que nos llamó poderosamente la atención a Mosquetera y a mi.

      

     Después de zambullirnos en el agua, y ante la curiosidad de trípode, cámara estupenda y el susodicho objetivo, nos encaminamos con nuestra mejor sonrisa a intercambiar opiniones sobre el tiempo, nacionalidad y sobre todo información que nos pudiera venir muy bien en los próximos días, cuando le explicamos que esa misma tarde íbamos a ir al parque nacional de Yala, su ego no pudo más y empezó a sacar sus alas, una maravillosa foto de un leopardo subido en un árbol y mirando fijamente el objetivo apareció por la pantalla del ordenador, con nuestras babas en el suelo y con la fregona en la mano, limpiando nuestra vergüenzas, la batería de preguntas tanto de uno como de otro no paraba ante nuestro vecino ingles,les voy a ser sincero, mi objetivo era caerle estupendamente para que me mandara la foto,jijijijijijijiji.

Tras el desayuno pertinente,mas tortilla, mas tostadas, más café y mas fruta del tiempo, queeeeee buenaaaaa esta la piñaaaaaaaa,

Manoj nos había reservado unos masajes ayurvedicos para los tres, a 3500 rupias por cabeza, al haber solo dos masajistas, a uno le tocaba esperar, que mejor forma que tumbarse en las hamacas del hotel y recibir en nuestras carnes blancas al Dios Sol.

     Mientras nuestros cuerpos eran embadurnados de aceite y mas aceite por esquinas de nuestro cuerpo desconocidas, una conversación animada y dicharachera entre masajistas mientras te sobaban las carnes, y una sauna achicharrante en la que pensé que estaba a un paso de la incineración, la lluvia hace acto de presencia, la cortina de agua es importante, estábamos pensando seriamente pedir una canoa que nos llevara al coche, que forma de llover, cuando paró nos fuimos a nuestra cabaña haciendo tiempo entre eliminación de fotos, copias de seguridad y descarga de cámaras, a los 15 minutos  volvió a caer la del pulpo, y aunque me acababa de duchar, no me pude resistir a darme un baño en la piscina, que gozada es notar el agua caliente de la lluvia en la cara, sorprendentemente, Adventur de despojó de sus prendas y vino raudo y veloz a bañarse mientras desde la terraza de una cabaña, una sacaba fotos y desde la otra, los ingleses llamaban al loquero para que nos vinieran a buscar.

Manoj nos había reservado un jeep a las 13.30h para llevarnos a la visita tan esperada del national park de Yala, teníamos nuestras dudas, ya que el tiempo no acompañaba y en caso de lluvia los animales suelen resguardarse del agua, al final decidimos que iríamos al parque y si viéramos la más mínima opción de no poder hacer el safari, nos iríamos y volveríamos al día siguiente.

     Viendo que no llovía, hicimos el pago de la entrada, 16000 rupias para los tres, y nos adentramos en el parque, el objetivo era el tan afamado leopardo y el pintoresco oso sloth.

El día estaba gris, ya desde el principio tuve la sensación que no seria igual que los safaris que habíamos hecho los días anteriores, los animales que veíamos estaban lejos de nuestros objetivos, mientras que no quitábamos ojo de los árboles para encontrar a nuestro objetivo prioritario, el leopardo.

     Tras un buen rato, nuestro chofer recibí una llamada informando que han avistado uno, cambio de rasante y nos dirigimos rápidamente al punto que nos habían indicado, allí lo teníamos, tumbado en lo alto de un árbol, dormido disfrutando de su soledad, que animal tan majestuoso, lastima que no pudiéramos hacerle las fotos como merece, unas ramas inoportunas se interponían entre nosotros y a aglomeración de jeeps pasando un por delante del otro, hacia el momento de lo más caótico, apenados por no poder sacar las fotos que hubiéramos querido, seguimos en busca de otro felino.

Búfalos, pavos reales, jabalíes y manadas de ciervos, que yo esperaba que fueran atacados por nuestro felino, mientras nosotros estuviéramos justo delante, que bonito es soñar despierto,fue lo que íbamos encontrando a nuestro paso por el parque, algún elefante que otro, de lo más gracioso, que parecía que posaba y reclamaba su protagonismo delante de los jeeps poniéndose a tiro de nuestros objetivos,pero el felino no aparecía.

     Casi cuando empezaba a oscurecer, nuestro chofer recibe otra llamada, han visto otro lindo gatito, nuevo cambio de rasante que provoca que el frío que empezábamos a acumular se fuera de repente, llegamos y allí había un parking de jeeps esperando que el leopardo saliera de entre las ramas, estaba acostado tan ricamente y no se dejaba ver, tras un rato de espera, por nuestra izquierda llega un búfalo, se encienden todas las alarmas, va a pasar justo delante del gatito, la cámara está preparada, las pupilas dilatadas y los nervios ante la posibilidad de ver un ataque en directo.

      Justo cuando el búfalo pasa por delante, se oye un bufido,y el búfalo echa a correr, pero en cuestión de segundos vienen otros tres búfalos detrás, y uno de ellos era un adulto joven con ganas de ser mordido, por lo menos que nuestros ojos lo vieran,( creo que este instinto asesino ha sido provocado por los vampimosquitos, que se han retroalimentado de nosotros durante estos días y ahora quiero venganza)el lindo gatito salta, pero es sorprendido por el primer búfalo, que dio la vuelta para sorprender a nuestro gatito, que al final no era uno, sino dos,detrás de las ramas se oyen bufidos tanto de uno como de nuestros lindos gatitos, pero desgraciadamente no podemos documentar nada de lo que lo que paso detrás de ese matorral, lastima.

     El chofer decide que es el momento de irse, para nuestro desconsuelo, hubiéramos esperado un rato, por tener la oportunidad de ver algo más, su propina lo sufrió.

     Desconsolados, regresamos al hotel, cuando salíamos para ir a cenar, nos encontramos a nuestro vecino ingles que había completado su visita en el parque de Yala sacando fotos del oso sloth increíbles, prácticamente paseando justo al lado de su jeep, ese era el momento en el que le rompía la cámara, si yo no tengo foto, tú tampocooooooooo, jijijijijijijijij....

     Mientras nos íbamos a nuestra cabaña, Mosquetera y yo ideamos un plan, para de una forma totalmente oscura, pudiéramos sacarle un email para que nos enviará las fotos, nuestro gozo en un pozo, resulta que nuestro nuevo amigo era un fotógrafo profesional y como mucho conseguimos sacarle una tarjeta de visita, una invitación a una página social, y la mejor de sus sonrisa, es lo que tiene la fotografía, estar en el momento, en el lugar, tener talento y un equipo preparado para ello.

     ¿Cual es la mejor manera de ahogar nuestra pena de no haber sacado una foto decente al leopardo? pues meternos en un guachinche donde las servilletas eran periódicos y revistas recortadas, de lo más original, además, tenias la gran suerte de cuando terminabas de comer y de lavarte la manos, se te llenaban de tinta, toda una experiencia, es lo que tiene comer con las manos, nosotros integradísimos  en las costumbres cingalesas.

     De camino a nuestro hotel, pasamos para sacar las ultimas fotos a la stupa de Tissa, que curiosamente iba a ser visitada por el presidente de la nación al día siguiente, decidimos no quedarnos a ver al presidente al día siguiente, ya lo habíamos visto muy a menudo por el camino, desde Jaffna a Tissa.

Mañana seguimos