LA LLAMADA DE LA SELVA 07 NOV 14 By Morfeo...

     Suena el despertador, son 4.15 am cuando tres intrépidos viajeros se preparan para un nuevo día, y los lectores de este blog se dirán...¿estos están chalados? ..( nota a pie de página x Cris: poz sí... Estamos chalados). ¿Como es posible que estando de vacaciones no se puedan permitir quedarse un día hasta las 8 de la mañana en la cama? La respuesta es NO, tenemos a una negrera que nos azota verbalmente, y que no nos da tregua, NO me deja ni mojarme los pies en la piscina de los hoteles, estoy planteándome muy seriamente atarla a la cama por la noche para que no se pueda mover...( otra nota x Cris: no os creáis nada). 

    Bromas a parte, nos preparamos para una de la actividades que teníamos en mente desde que organizáramos el viaje desde España, habíamos visto que se ofrecía un paseo en globo por el triángulo central de la isla, y desde luego, como estamos en una actitud positiva, dijimos que SI... 

     Tanto para la domadora de gigante como para mi, era nuestra primera vez, Adventur ya lo había hecho en un viaje anterior, tengo que decir que ha sido una experiencia increíble, recomendable al 100%. Ya desde los preparativos del globo intuías que iba a ser alucinante, el amanecer llamaba a la puerta, y se mostraba entre las montañas con su mejor cara, un rojo intenso que se fundía y se reflejaba en el lago de la selva, parecía que en cualquier momento se iba a evaporar el agua con su fuego.

 Pasadas las 6 am nos disponemos a despegar, de una forma natural, sin brusquedades, igual que cuando estás en la feria con los niños pequeños y ves en el cielo uno, un globo que a uno de ellos se le escapa entre las manos uno de ellos y lo ves subir y subir, acercándose al cielo y diciéndote a ti mismo, que libre es.

 He de reconocer que tenía hormiguillas en el estómago, esos nervios que siempre tengo cuando mis pies se separan de la tierra, solamente me obligué a no mirar hacia el suelo.

     El paisaje era indescriptible, a mi derecha el cielo anaranjado, en el horizonte se podía adivinar Sigiriya, entre la bruma que se levantaba de las raíces de la tierra y a la izquierda se veían una infinidades de colores, los verdes cambiaban de color con la luz de la mañana y todo esto amenizado con el sonido de los animales, con sus cantos matutinos.

 Las cámaras de fotos no daban a basto, ellas también tuvieron un buen despertar.

     El trayecto fue aproximadamente de una hora y media, aterrizamos en una zona que el piloto no esperaba, allí nos esperaban un público que estaba tan asombrados de vernos a nosotros, como de nosotros a ellos, eran gente local que viven en sus chabolas, se acercaron al globo como si fuera un platillo volante, sus caras lo decían todo, y seguro que durante varios días tendrían conversación sobre este momento vivido.

     Habíamos quedado con Manoj a las 7.30am en el hotel para otra actividad, llegamos tarde y tras desayunar nos dirigimos al sitio planificado, habíamos contratado un pequeño paseo en elefante, bueno, he de decir que estuvo bien, nada que ver que lo que nosotros habíamos hecho en un viaje anterior en el que nos adentramos en la selva con un elefante cada uno, esta vez nos prepararon una cesta para que pudiéramos ir los tres juntos, no era lo que esperaba, pero pasamos un rato agradable con uno de los reyes del mundo animal.

Sacamos unas fotos muy bonitas con Sigiriya de fondo y disfrutamos viendo a Mosquetera llenando su mochila de una experiencia mas, de las muchas que ya tiene. Antes de nuestra actividad vespertina, fuimos a comer a un típico restaurante srilanqués donde te daban a elegir entre comida de buffet o a la carta, comida con la tres B: bueno, bonito y barato.

      Y esto es un no parar, con las cartucheras repletitas y la panza llena, fuimos a uno de los patrimonios de la humanidad que tiene la lagrima del Índico:Polonnaruwa... El precio de la entrada es de 3250 rupias (al cambio unos 18€), llama la atención que nada esta informatizado, todo se hace mediante un corta y pega, pero literal (corto el ticket de la entrada y lo pego en un folio), eso si, te ponen sellos de todos los colores y formas en todas las entradas. Antes de adentrarnos entre ruinas y stupas nos encaminamos hacia el museo donde te explican detalladamente cada una de ellas, muchas de las piedras originales se encuentran sin la protección de un cristal, y estamos hablando de riqueza arqueológica del siglo X antes de Cristo... piezas con un valor incalculable.

 Nosotros teníamos previsto hacer el recorrido en bicicleta, aunque al final nos decidimos por la comodidad de la furgoneta, el calor apretaba de lo lindo a esas horas del día y desde luego no teníamos ningún interés en cogernos una insolación.

     Me dio la sensación que las ruinas de Polonnaruwa estaban conservadas mucho mejor que las de Anuradhapura, tuvimos la gran suerte de sacar muy buenas fotos por el tipo de luz que teníamos en ese momento,lo peor del recinto es el acoso y derribo de los comerciantes que te los encuentras en cada esquina intentando venderte hasta lo que no tienen, desde luego el regateo es el pan de cada día, y si te encaprichas de algún detalle tendrás que pelear el precio.

 No voy a entrar en detalles de que es lo que significa cada stupa, uno, para no aburrirlos y dos porque no me da la gana, para eso ya esta internet, que cada uno se las apañe como mejor sepa y pueda, este no soy yo, es el cansancio y los azotes de la negrera que hablan por mi.... Jijijijiji. Tras 700 fotos por cámara llegamos al punto culminante de la visita, desde luego para mi sí lo fue, donde encontramos a un Buda de aproximadamente 15 mts en posición NIIRVANA en un estado de conservación perfecto del siglo XVI.

Se respiraba un ambiente de paz en toda la zona y gente de todo el mundo peregrinan hasta sus pies para hacerle sus plegarias y ofrendas. Ya no dábamos para más, bueno si, para unas últimas fotos del atardecer,(se intentó de todas las maneras posibles parar la furgoneta para sacar la foto del día) y un Buda que estaba junto al río que estaba dando el consentimiento a unos recién casados. Nos dirigimos al hotel a echar nuestras carnes molidas en la ducha y tumbarnos en la cama provocando la rotura de una tabla...dejamos que nuestro inconsciente se adueñara de nuestro consciente. Mañana seguimos.