martes, 4 de noviembre de 2014

SEGUNDA VIDA DE PADRES E HIJOS 03 NOV 14 By Morfeo

    Primera noche en Jaffna, con el cansancio acumulado y tras dormir como un bendito (Cris: de ahí su nuevo sobrenombre: Morfeo), solo en mi caso, Mosquetera y Adventur escucharon fiesta nocturna y cuando acabaron estos, empezaron los cuervos a graznar, por lo que sus horas de sueño se redujeron a casi nada, empezamos un nuevo día en esa maravillosa aventura que nos ha traído a Ceylán.

     La idea del día era ir a visitar una de las islas que esta en la península de Jaffna, recordar que esta parte de la isla está al norte y tiene muchas raíces indias, por su cercanía con la costa india. Pues con mochila en mano y con la cámara bien cargada de batería nos dirigimos a Nainativu con la ilusión de hacer una travesía en Ferry, estábamos emocionados, una nueva experiencia en nuestro camino. 

    A nuestra llegada al puerto internacional de Jaffna,😊 nos encontramos la agradable sorpresa de que el Ferry no era tal, era más bien una chabola de madera con gasolina, por cierto, que nos tragamos enterita, unos con conciencia de ello y otros no. Yo que soñaba con poder tomar el sol en cubierta y lo que me encontré, que iba donde los esclavos eran azotados sin cesar por un mendrugo de pan, 😊 Desde luego no íbamos solos, íbamos acompañados de una buena legión de feligreses que iban a hacer sus ofrendas a sus dioses, si en el budismo es a Buda, en el hinduísmo es a un montón de dioses, de entre 300 a 3000 cada uno para cosa y para cada día de tu vida, tras 20 minutos de inhalar gasolina llegamos al puerto internacional de Nainativu, en vez de pedirnos nuestro pasaporte, nos pidieron las 30 rupias que costaba el trayecto y aquí paz y en el cielo gloria. 

     Nuestra primera visita fue al templo hindú, tras pasar por el lavadero de pies, nos dirigimos a la puerta del templo, donde muy amablemente nos invitaron a dejar nuestras mochilas en una esquina, con todas nuestras pertenencias encima, por lo que decidimos hacer guardia, no vaya a ser que por algún accidente, nos toque quedarnos al otro lado del mar. Adventur y yo pasamos primero, no antes de ponernos nuestra señal de ceniza y un ojo rojo en la frente, símbolo de que volveremos a pasar por un templo hindú en el futuro para limpiar nuestro karma y volver a mostrar nuestras carnes morenas a todo el público presente. 

    Tras la llamada a los dioses con trompeta y bombo en mano, todos los allí presentes, menos nosotros, pasaban por la mano de un sacerdote hindú, que les hacía poner la mano en el fuego y les llenaba la cabeza de flores, nosotros que estábamos de cuerpo presente, lo vivimos con nuestros tres ojos. 

      Después de esperar a que Mosquetera pudiera ver el el templo, fuimos a ver el templo budista, pero antes nos sentamos tranquilamente, y ante los ojos de unos niños que no sabían que hacíamos, (nos pusimos nuestras zapatillas de deporte en nuestros pies) claro, seguimos nuestro camino. A unos 100 mts estaba el templo budista, un señor que iba y venía nos ofreció con su sonrisa sin dientes el llevarnos hasta allí, pero nosotros declinamos la oferta, no nos podíamos perder la infinidad de puestos de dulces y souvenirs que suponíamos que nos íbamos a encontrar en el camino. 

     Fuimos recibidos con honores, allí estaban los cuervos haciéndonos reverencia con la música que salía de sus cuerdas vocales, también estaba un elefante mirándonos sin pestañear con su colmillo roto,😜 un par de policías asombrados de encontrar a tres humanos de tez blanca por estos lares. Tras la visita volvimos al puerto para hacer el check-in y pasar por el detector de miradas, tanto de adultos como de niños, que hacían cola para hacerse fotos con nosotros. 

     Rumbo a Jaffna, comida y al tener bastante tiempo libre, nos planteamos una nueva visita, visita a Point Pedro, donde hace 10 años la naturaleza nos puso a los humanos en su sitio, cerca de 300 mil personas perdieron la vida por el tsunami que arrasó esta zona, paseamos por la playa, Manoj nos dijo que la ola llego un kilómetro tierra adentro, arrasando todo lo que encontraba a su paso, viendo la amabilidad de los habitantes de la zona, cuesta mucho ver lo que tuvieron que soportar, para aquellos que lo pudieron contar, siempre con una sonrisa amable y ese rictus en la cara de gente cercana. Tras la visita y varias fotos con la gente del pueblo, nos dirigimos al hotel a descansar y preparar nuestro siguiente destino: Triconcomalee. Mañana seguimos.

5 comentarios:

  1. Pues no me había quedado claro q fueran el foco de atención..q cosas...
    Lo de la barca temerario...eso sí q es mimetizarse con el país...
    ¿No hay foto de los tres cn el punto?
    Bss

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  2. Querida seguidora, cada mensaje tuyo es un aliento de aire puro para los que tuvimos que inhalar gasolina con consciencia de ello...
    Desgraciadamente no encontramos a ningún fotografo en condiciones que pudiera encontrar el pulsador de la cámara, por lo que tendrás que imaginártelo, además y por razones que le tendrías que pedir a mi cuerpo, expulsó el punto con celeridad, parece ser que no se lleva bien con el hinduismo.😂😂😂😂😂😂😂

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  3. Jijijijiji
    Q sepas q l blog no capta los emoticonos jajaja
    Sigan describiendo..Kiss!!

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  4. NEfelo: ¡¡Muy bueno lo del detector de miradas!! :-D

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  5. A que sí Joaqui... Es que estos niños son superingeniosos... Se les ocurre. Unas cosas.... Un besote!!!!!

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