sábado, 15 de noviembre de 2014

HORTON PLAINS Y LA LITTLE ENGLAND 12 NOV 14 By Morfeo

     Un nuevo día de nuestra maravillosa aventura srilanquesa esta a punto de comenzar, digo nuevo día porque todavía es de noche cuando nuestros ya maltrechos cuerpos se levantan, son las 5.15 am y tras recoger desayuno frío en la recepción, el chofer que nos había buscado Manoj ya estaba esperándonos para ir nuestro siguiente actividad, trekking en el parque nacional de Horton Plains.

      Desde el hotel hasta el parque teníamos aproximadamente una hora y media de trayecto en furgoneta, el rojo amanecer eclipsaba el negro anochecer, transformándose en una mezcla de azul y morado con el paso de los minutos, que hacia las delicias de nuestros ojos cansados.


      La temperatura ha cambiado, hay que tener en cuenta que ahora estamos a 1100 mts sobre el nivel del mar, y ya es necesario ir algo más abrigado, sobre todo antes de que salga el sol.

     Antes de acceder al parque pasamos por taquilla, el precio para los tres y la furgoneta ascendió a 7900 rupias (al cambio unos 45€).


     A las 7 am aproximadamente empezamos el trekking, antes nos alimentamos con un plátano, un huevo duro y dos rebanadas de pan acompañadas de pollo mientras un alce nos miraba la comida con ojos de deseo, que fueron quemados rápidamente por los flashes de la cámara y el movil de Mosquetera, la razón por la que teníamos que levantarnos tan temprano, era porque queríamos subir a un punto llamado EL FIN DEL MUNDO y era imprescindible por el cambio y movimientos de las nubes hacerlo a esa hora concreta del día, nos habían dicho que la mejor hora era entre las 7 am y la 10 am.

     Ya de camino y entre plantas, flores, pajaritos de varios colores y una buena batería de fotos, nos encontramos a una señora que nos llamó mucho la atención, y mas cuando todos los que estábamos allí estábamos preparados para un trekking, ella iba con sus tacones y sus llamativos calcetines de color azul, sorprendentemente, esto no fue ningún handicap para que llegara a tiempo para hacerse unas fotos en el primer mirador, incluso a un buen ritmo.


     Las vistas desde el primer punto eran increíbles, el juego de las nubes con el azul del cielo y el verde de la naturaleza, hacían que ese primer esfuerzo físico se diluyera inmediatamente.


     Las capas de ropa de Mosquetera, forrada a primera hora, se transformaron en una camiseta de tiras, y es que el calor de la mañana ya empezaba a hacer mella en nosotros.

     Tras un buen rato en ese primer punto, empezamos la subida, era exigente,y más cuando tienes que ir apartando ramas a cada momento, esta claro que no todo el mundo se atreve a subir hasta arriba del todo, hay que tener en cuenta que íbamos por un camino muy estrecho y teníamos el precipicio justo al lado nuestro, un paso en falso podía provocar un problema difícil de solucionar, por lo que decidimos con buen criterio cambiar de ruta, mas larga pero a todas luces mucho más segura, lastima que a nuestra llegada al punto culminante del trekking las nubes altas se habían a apoderado del paisaje y no pudimos hacer las fotos que nos hubiera gustado hacer, pero solo el estar allí,ya merecía la pena.


     Ya habíamos recorrido un buen tramo y nuestras piernas ya acusaban el esfuerzo, hasta llegar a las cascadas del parque nos esperaban unos tramos que pondrían nuestros pulmones y nuestro ritmo cardiaco al límite, era necesario pararse para recuperar el aliento,el sonido del agua nos daba el ultimo impulso hacia el buen rato que íbamos a  pasar viendo la fuerza de la naturaleza convertida en cascada de agua.




     Nos quedaba el regreso al punto de encuentro con el chofer, se hizo duro, las subidas y bajadas se clavaban en nuestros músculos además del calor.

     10 kilometros y 4 horas de caminata, dejamos caer nuestras posaderas dentro de la furgoneta, en ese momento me podían pedir lo que quisieran por una botella de agua bien fresquita.
     Nuestro chofer nos paró en la mayor fábrica de yogur y helado del país, para que hiciéramos una degustación., y aunque no se podía hacer una visita a la fábrica, los sabores nos cautivaron (claro que con el hambre que teníamos...cualquier cosa nos habría resultado exquisita).


     Eran las 12 del mediodía, tras regresar sobre nuestros pasos, nos encaminamos hacia otra de las fábricas de té que están en la región, llamada Mackswood, era muy llamativa, ya que tenía en una de sus parcelas un gran  letrero a lo americano que marcaba sus dominios, antes de llegar allí, veíamos como las mujeres tamiles se ganaban  recogiendo su jornal hoja a hoja, un esfuerzo que sinceramente no esta suficientemente recompensado.

     Cuando llegamos a la fabrica, ya se detecta la influencia inglesa en cada esquina de ella, la madera, sus techos altos, los sillones clásicos y una vajilla exquisitamente fina llaman mucho la atención, antes de sentarnos a degustar un té negro con sus pasteles, fuimos con una señora muy amable a que nos explicará nuevamente el proceso de elaboración, y esta vez a diferencia del muñeco mecanizado que nos lo explico en la fabrica anterior, nos pudimos hacer una idea de lo mucho que cuestan las cosas, tal como nosotros las vemos, ósea, sentados delante de una taza.




     Pasamos a la tienda, no por el interés de compra, sino para saber si lo habíamos hecho bien en la fabrica anterior, y acertamos de pleno.¿ Cómo se puede pedir 8000 rupias por 40 gramos de té blanco?

     Tras el soponcio que nos dio el precio y a la vez el alivio de no haber comprado aquí, nos fuimos a llenar nuestros cuerpos de energía, con la risa contenida mientras el señor nos ofertaba el menú y un par de derramamientos de coca cola por el plato de hielo, este que les escribe se fue al hotel a descansar mientras Mosquetera y Adventur le daban los últimos coletazos al día entre las calles de Nuwara Ellya.





Cuando los tres estábamos en el hotel, llaman a la puerta de la habitación para ofrecernos el servicio de cena, un menú de los más variado e internacional.
Tras decidir el horario y la cena, nos dirigimos al restaurante, ósea una habitación con dos mesas pequeñas y una grande, nos sentamos y para nuestra sorpresa, nos encontramos que no hay entrantes y segundos, hay un completo, allí nos trajeron a la vez todos los platos solicitados, asombrados por la situación, y después de cenar nos fuimos a la cama.
A nivel servicio hay mucho que mejorar.
Mañana seguimos

4 comentarios:

  1. Hola chicos el alce precioso la foto Cris&Josema$clouds lovely!!! Q guay la ruta dura per mereció la pena, ellos de espalda....las cataratas me encantaron ...¿palos para sostener las casas?q raro...me gustan cdo ponen fotos d los 3.Me alegra mucho q l gran team se lo pase pipa juntos.Bssssssss desde Lanza.

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  2. Siiiiiiiii, el team se lo pasa en grande....sobre todo los gigantes a mi costa...jajaja
    La rutilla fue dura pero mereció la pena...No hemos hecho aún ninguna foto,..pero en muchas casas los andamios son palos también...
    Un besito grande y sigue disfrutando!!!! Saludos desde Sri Lanka!!!

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  3. Nefelo: Veo que el mar de nubes no es exclusivo de la islas afortunadas y que en Sri Lanka también lo tienen.
    Cris, explícanos cómo se recolectan las hojas de té. En la foto se te ve muy pensativa, como decidiendo qué hoja vas a coger.

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  4. Nefelo: efectivamente el mar de nubes es un fenómeno que también se da en otras islas... Jaja
    En mi jornada dura de recolectora de te, te diré primero lo duro que es miverse entre las matas y sin caerse...( yo me caí... Y hay foto que no va a ver la luz... Jajaja). Después cuando estas en posición tienes que coger hoja a hoja con la mano las hojas de té... Si es para te blanco ( silver tips o golden tips) son los "hijitos" de hoja. Y como hay que recolectar mínimo 20kg al día para que te paguen una miseria, se cogen a dos manos, y cuando las manos están llenas, se vacian en la bolsa.
    Quien diría que todo ese trabajo cuando tomamos ina taza de te?????

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